Escrito por: Eliana Mora, Especialista de Proyectos, Gabriel Aparicio, Gerente Proyectos y Diego Rueda, Jefe de Programas para el Crecimiento de Ingresos en Colombia.
Retos, hallazgos y propuestas para una inclusión financiera efectiva
El acceso a financiación es uno de los factores para que las asociaciones rurales puedan crecer, escalar su impacto. Sin embargo, la realidad actual revela una brecha crítica: menos del 10% de las personas productoras están formalmente asociadas, lo que restringe su acceso al crédito. Esto impacta directamente en sectores estratégicos como el del café, donde las cooperativas necesitan liquidez para comprar cosechas, cumplir contratos de exportación y garantizar la calidad del producto.
Reconocer las dinámicas del campo
Pese a los avances institucionales, la banca tradicional continúa teniendo poco alcance en las comunidades. Los productos financieros disponibles no han sido diseñados desde una comprensión real de los tiempos, los ciclos y las lógicas del trabajo rural. Mientras tanto, muchas asociaciones enfrentan obstáculos estructurales como la reciente formalización legal, la informalidad documental o la falta de historial crediticio.
Esto genera un círculo: sin historial ni garantías, no acceden a crédito; sin crédito, no pueden crecer ni consolidarse. En este contexto, el Pacto por la Democratización del Crédito Solidario —impulsada por el Gobierno colombiano desde octubre de 2024— busca ampliar el acceso al crédito en municipios históricamente excluidos, fortaleciendo las cooperativas de ahorro y crédito como actores clave y estratégicos de inclusión financiera.
Estudio de caso: asociaciones caficultoras y entidades financieras dialogan
Como parte del programa Colombia + Competitiva, operado por Fundación Capital, se desarrolló un ejercicio de diálogo entre una entidad financiera y asociaciones caficultoras. El objetivo fue identificar, de manera conjunta, barreras y oportunidades para diseñar productos financieros más útiles, pertinentes y accesibles. Este ejercicio permitió, desde la experiencia de las propias organizaciones, mapear necesidades concretas y puntos críticos del proceso de crédito.
Hallazgos clave:
Flujo de caja limitado
Las asociaciones necesitan financiamiento para comprar café a los productores y almacenarlo hasta consolidar volúmenes suficientes para exportación. Esta necesidad crítica se sitúa en rangos de $60 a $250 millones, con plazos de 3 a 6 meses. Sin acceso a este capital de trabajo, se pierden oportunidades clave de cumplir contratos internacionales y acceder a mercados más rentables.
Obstáculos en el proceso de crédito
Las organizaciones presentan dificultades como:
- Documentación.
- Falta de garantías exigidas.
- Ausencia de historial financiero.
- Créditos anteriores otorgados a personas naturales y no a las organizaciones.
- Documentación alterada para evitar cargas tributarias, lo cual afecta la confianza en las entidades.
A pesar de estas barreras, las asociaciones también demuestran fortalezas esenciales:
- Contratos y órdenes de compra vigentes.
- Uso de facturación electrónica.
- Visión de largo plazo y voluntad de avanzar en procesos de fortalecimiento organizacional.
Desfase entre los esquemas de pago y los ciclos productivos
Los cronogramas de pago propuestos por las entidades financieras no están alineados con los ingresos reales derivados de los contratos de exportación o los tiempos de cosecha. Esto eleva el riesgo de demora, no por falta de voluntad de pago, sino por una desincronización estructural que podría corregirse con esquemas más personalizados.
Un modelo de corresponsabilidad
Del proceso de dialogo surgieron acuerdos entre las entidades financieras y las asociaciones, para avanzar hacia un modelo eficiente y sostenible:
Desde las entidades financieras:
- Flexibilizar requisitos como el tiempo mínimo de constitución legal, cuando exista documentación básica.
- Aceptar nuevos soportes de evaluación, como cartas de recomendación de compradores, contratos de venta o flujos de ingresos proyectados.
- Alinear los cronogramas de pago con los ciclos productivos y comerciales de las asociaciones.
- Crear cuentas puente, donde los pagos de los clientes se depositen y se realicen débitos automáticos que aseguren la recuperación del crédito.
Desde las asociaciones rurales:
- Comprometerse con la formalización documental y contable, presentando información veraz y estructurada.
- Solicitar acompañamiento técnico para fortalecer la gobernanza y la sostenibilidad financiera.
- Establecer canales de comunicación permanente con los asesores financieros y cumplir con los acuerdos asumidos.
Este modelo de trabajo se estructura en dos niveles: una sección rígida, con requisitos mínimos e ineludibles exigidos por regulación financiera y otra flexible, que permite ajustar condiciones según el contexto de cada asociación, evaluado caso a caso.
Del dialogo a políticas que nazcan desde las comunidades
En el marco del programa Colombia + Competitiva, identificamos tres aprendizajes clave:
El diálogo como punto de partida para construir confianza
La participación activa de las asociaciones en identificar sus necesidades financieras es crucial para diseñar productos útiles y adaptados a sus realidades. Las entidades financieras deben asumir un rol más cercano, técnico y pedagógico, comprendiendo que el crédito rural requiere más acompañamiento que imposición.
La personalización del riesgo como ventaja competitiva
El riesgo en zonas rurales no debe verse como una amenaza incontrolable, sino como una oportunidad de innovación financiera. Con información de campo, alianzas con compradores y mecanismos de pago adecuados, es posible gestionarlo de forma efectiva. Las entidades que aprendan a personalizar el riesgo asociativo pueden estar mejor posicionadas.
Fortalecer a las asociaciones es fortalecer el sistema
Las asociaciones no solo necesitan productos financieros: requieren capacidades organizacionales para profesionalizar su gestión. Esta inversión en talento humano y gobernanza no solo mejora el acceso al crédito, sino que reduce el riesgo financiero y aumenta su resiliencia económica.
Desde Fundación Capital participamos en el programa Colombia + Competitiva, operado por SwissContact con el apoyo de la Cooperación Económica y Desarrollo (SECO).
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