Autoras: Carolina Medina, Directora de Innovación, Diana Araujo, Product Manager de Soluciones Digitales Avanzadas y la colaboración especial de Roberto Haudry, Co-Fundador y Asesor sobre Clima de Fundación Capital.

¿La digitalización puede contribuir a la acción por el clima? Esta pregunta puede suscitar interesantes conversaciones que celebramos porque como organización internacional estamos en sintonía con nuevas metodologías para reducir nuestra huella de carbono de manera integral y transversal, generando un impacto sistémico en cada comunidad con la que trabajamos.

Uso de datos para un mejor control y monitoreo del cambio climático

En este camino, la digitalización puede contribuir a la acción climática desde distintas vías, por ejemplo a través de datos, a partir de los cuales permite controlar y monitorear el cambio climático; y transformar datos en perspectivas que permitan que las personas tomen mejores decisiones climáticas. Es decir, la digitalización permite también analizar, optimizar, predecir, informar y comunicar. Todos estos son pasos clave en la acción climática.

Algunos de los sectores más beneficiados por este tipo de avances en la tecnología y la digitalización de cara a la acción climática, son el agrícola y el de energías renovables. Puntualmente, el uso eficiente de datos y los cambios en producción y consumo permiten reducir y controlar emisiones de gases de efecto invernadero, y mejorar la eficiencia energética que tenemos como humanidad.

Sin embargo, más allá de las brechas en digitalización que minan su contribución homogénea a la acción climática en el mundo, es vital aclarar que ella también se ha vuelto un gran contribuyente al cambio climático, principalmente por la “contaminación digital”, o las implicaciones que conlleva mantener las cantidades exorbitantes de datos que producimos y almacenamos como humanidad, como por ejemplo, nuestros millones de correos electrónicos. Es por esto que, si bien la digitalización es un gran instrumento en la acción climática, debe venir acompañada de esfuerzos importantes de gobernanza para garantizar su éxito, su ética y su coherencia.

4 herramientas digitales que contribuyen a la estrategia de cambio climático de Fundación Capital:

1.Mejor gestión del agua y uso del suelo a través de Culti (Paraguay): Esta aplicación móvil es un ejemplo de innovación basada en datos. Fue desarrollada para pequeños agricultores la cual a cambio de datos recolectados provee instrucciones diarias de irrigación para facilitar y mejorar la producción del agro.

2.Reducción de la huella de carbono con Apptitude y LISTA : Aplicaciones de formación que nos han permitido dejar de utilizar materiales de formación en papel. Además, las capacitaciones digitales permiten recolectar información sobre el impacto y uso en tiempo real; información que luego se utiliza para mejorar la propuesta.

3. Sensibilización sobre el cambio climático a través de LISTA (Perú): Uno de los módulos incluidos en el programa de formación virtual LISTA, genera mayor conciencia sobre los riesgos asociados al cambio climático, así como entender el rol que cada una/o puede jugar como individuo para mitigarlo y tomar acciones concretas ante el mismo.

4. Promoción de hábitos de cuidado a una edad temprana a través de Guardianes del ahorro (México, Perú, Colombia): Aplicación para niñas y niños entre 7 y 9 años en que el ahorro también tiene que ver con los recursos naturales que consumimos en el hogar, como el agua y la luz. Proporciona educación financiera de manera lúdica e interactiva invitándoles a superar desafíos, mientras aprenden conceptos financieros básicos.

La otra cara de la moneda: algunas formas de mitigar los efectos negativos de la digitalización

• Diseñar software que funcione incluso en sistemas operativos descontinuados: Esto es emplear las habilidades de equipos de desarrollo tecnológico que concentran su creatividad para aprovechar insumos existentes, evitando invertir en nuevos dispositivos, a menos de que haya un requerimiento obligatorio de funcionalidad y seguridad para renovar los equipos antiguos.
• Promover el uso de distintas soluciones en un solo dispositivo para diferentes personas. Por ejemplo, lo hacemos en Programas Graduación, a través del uso de una tableta para cada 20 personas, ya que tenemos en cuenta que la generación de residuos electrónicos en América Latina aumentó un 49% la generación de residuos electrónicos por habitante, pasando de 4,7 kg/inh en 2010 a 6,7 kg/inh en 2019 (E-waste Monitor, 2022). De cara a este tipo de cifras, aportamos a un enfoque sostenible de la gestión de residuos electrónicos.
• Eliminar progresivamente la necesidad de tabletas utilizando los teléfonos móviles como dispositivos educativos. Atendiendo a nuestro objetivo tenemos la prioridad de llegar a las personas que necesitan de nuestros servicios, por eso usamos tabletas por años. Sin embargo, resulta necesario migrar a dispositivos móviles, porque cada vez más y más personas podrán usar las soluciones digitales que desarrollamos en su propio celular.

Desafíos para un cambio sistémico con impacto climático

Somos conscientes que reducir dos tercios de los recursos naturales (energía, transporte, materiales) para brindar los servicios necesarios y alcanzar cada uno de los objetivos de Fundación Capital no es suficiente. Además tenemos presente que la digitalización, conectividad y/o madurez digital no es homogénea a todas las poblaciones, entonces hace que el aprovechamiento de la digitalización para contribuir al cambio climático tampoco sea homogéneo.

Por último reconocemos que la contaminación digital requiere de cambios culturales importantes porque recolectamos muchos datos y su almacenamiento es uno de los grandes contribuyentes individuales a la emisión de gases de invernadero (aporta un 4% según ENI). Entonces, reducir el uso de correos electrónicos es una de las acciones individuales más prácticas que podemos implementar desde la organización.

Por todo lo aprendido en este camino celebramos reimaginar soluciones digitales que contribuyan a atender las causas de desigualdad social y a reducir las consecuencias del cambio climático. Celebramos regenerar biodiversidad en iniciativas que busquen restaurar y recuperar ambientes naturales. Celebramos reconectar con valores y miradas ecosistémicas que construyan oportunidades para un desarrollo económico más justo y sostenible.