El Internet como puerta hacia la independencia económica: mujeres emprendedoras forjando su autonomía 

Escrito por: María José Escobar, Coordinadora de Género y Medios de Vida de Fundación Capital

Mujeres emprendedoras forjando sus propios caminos hacia la autonomía 

La independencia económica es fundamental para que las mujeres puedan tomar decisiones autónomas, salir de ciclos de pobreza y violencia, y tener mayor control sobre sus vidas. Sin embargo, las mujeres enfrentan mayores tasas de pobreza que los hombres debido a normas de género arraigadas que generan una división desigual del trabajo. Muchas mujeres, que ya vivían situaciones de pobreza y desempleo, se han visto empujadas al autoempleo sin contar con los recursos, el capital o las habilidades tecnológicas necesarias para prosperar.

El acceso limitado a la tecnología impide que las mujeres aprovechen todo el potencial de sus negocios. Sin herramientas digitales, les resulta difícil llegar a nuevos mercados, optimizar procesos, conectarse con clientes, mejorar su salud financiera o acceder a información y oportunidades de aprendizaje clave. Muchas emprendedoras enfrentan juicios sociales y una falta de apoyo por parte de su entorno familiar, social e institucional, lo que genera sentimientos de aislamiento y sobrecarga. Las limitaciones de financiamiento, provocadas por una escasa educación financiera o productos financieros poco adecuados, dificultan el crecimiento y la sostenibilidad de sus emprendimientos.

Además, la exclusión digital impide que las mujeres ahorren tiempo. Una de sus mayores preocupaciones es la «pobreza de tiempo», resultado de la distribución desigual del trabajo de cuidado no remunerado, que recae desproporcionadamente sobre ellas. Esto obliga a muchas mujeres —especialmente a quienes cuidan a niños pequeños, personas mayores o personas con discapacidad— a emprender, ya que el autoempleo les ofrece mayor flexibilidad.

Para responder a estas necesidades, el programa Conectadas, con el apoyo de la Internet Society Foundation, fue creado con el fin de fortalecer la capacidad emprendedora, los ingresos, la resiliencia y la autoeficacia de mujeres emprendedoras a través del uso de internet. Con un enfoque de género que promueve la equidad, el programa brinda habilidades digitales y herramientas para potenciar sus negocios, al tiempo que las empodera para enfrentar barreras sociales. Las mujeres ya no están desconectadas del mundo digital: hoy son usuarias activas de internet, lo aprovechan para hacer crecer sus emprendimientos, desarrollarse personalmente y tejer redes de apoyo sólidas.

Tras dos ediciones exitosas, hemos aprendido:

El Internet es un poderoso catalizador para la inclusión económica, particularmente para mujeres, personas con discapacidades y aquellas con responsabilidades de cuidado. 

El Internet permite a las emprendedoras llegar a una audiencia más amplia y vender sus productos de manera efectiva. A través del Internet, pueden publicitar su marca en redes sociales y aumentar sus redes de contactos con clientes potenciales, otras emprendedoras y proveedores. También les permite interactuar con prospectos y aprovechar herramientas digitales para mejorar la mensajería, la segmentación, la creación de contenido y la publicidad. Además, acelera los procesos de ventas al permitir el uso de herramientas empresariales y redes sociales para automatizar la comunicación, mejorar los tiempos de entrega, reducir los costos transaccionales y facilitar la inclusión financiera mediante pago digitales. Asimismo, ayuda a retener clientes a través de un buen servicio al cliente, el análisis de mercado, la retroalimentación y la mejora e innovación de productos mediante el benchmarking y el acceso a cursos en línea para mejorar técnicas y procesos. 

«Como emprendedora: El internet me ha permitido conectarme con más clientes y proveedores, lo que ha aumentado mis ventas y me ha permitido expandir mi negocio de manera global. ⁠ 

Como artesana: Las redes sociales me han permitido mostrar mi trabajo y conectarme con personas que aprecian mi arte, lo que ha aumentado mi visibilidad y me ha permitido vender mis productos a personas que de otra manera no hubieran conocido mi trabajo. ⁠ 

Como madre: El internet me ha permitido acceder a recursos e información que me han ayudado a ser una mejor madre, desde consejos sobre la crianza de los hijos hasta recursos para la educación en casa.  

Como persona: El internet me ha permitido conectarme con personas que comparten mis intereses y pasiones, lo que ha enriquecido mi vida y me ha permitido aprender y crecer de manera constante» Participante del programa. 

La flexibilidad de las soluciones digitales permite a las emprendedoras realizar estas actividades sin las restricciones de tiempo o ubicación, lo que hace que el Internet sea particularmente valioso para las mujeres; ante una división sexual del trabajo que les impide acceder a actividades productivas, las conduce a abandonarlas, o plantea desafíos adicionales para equilibrar el trabajo con las responsabilidades de cuidado. En contextos donde las alternativas de cuidado en las familias, las comunidades, el Estado o el mercado no están disponibles o son inaccesibles, las herramientas digitales ofrecen a las mujeres alternativas para la inclusión económica, les brinda mayor autonomía para definir si desean hacer ambas y cómo equilibran sus responsabilidades productivas y domésticas bajo sus propios términos. El uso del Internet para la digitalización de emprendimientos es especialmente valioso para personas con discapacidades o responsabilidades de cuidado que no pueden ser fácilmente compartidas o tercerizadas, ya que ofrece opciones de trabajo flexibles y accesibles que el empleo tradicional no proporciona. Por esta razón, los programas que se centran en la inclusión digital deben priorizarlas ya que las herramientas digitales pueden abrir nuevos caminos hacia el empoderamiento económico y la autosuficiencia. 

«La verdad es que me parece muy interesante y muy oportuno la parte digital de internet, porque, por ejemplo y lo hablo por mi experiencia propia, yo que soy madre cuidadora que tengo un niño con discapacidad, me parece muy bueno tener esa oportunidad de poder trabajar digitalmente desde la casa porque me da la oportunidad de no descuidar a mi hijo con discapacidad y no descuidar mi hogar.» Participante del programa 

La confianza es la base para la inclusión digital

Lograr una inclusión digital para las mujeres emprendedoras requiere transformar la percepción de Internet como un espacio abrumador y distante. El mundo en línea se siente ajeno e incluso intimidante debido a la falta de confianza en sus habilidades para navegar herramientas digitales y al temor a las amenazas de seguridad en línea. Al inicio, muchas participantes subestimaban su valor, no solo como mujeres sino también como empresarias, sin recibir el apoyo necesario de sus círculos sociales. Por lo tanto, para que un programa de inclusión digital sea efectivo, debe incluir una metodología integral que priorice la autoeficacia, presentado al Internet como un camino hacia sus metas y no como una barrera. Además, deben ofrecer formación en seguridad en línea para que las participantes comprendan cómo protegerse y responder ante una posible amenaza. Al sentirse seguras en el entorno digital, estarán mejor preparadas para dar sus primeros pasos en la digitalización de sus negocios. 

«Aprendí a usar redes sociales, a tomar fotos atractivas y a crear videos que muestran la calidad de mis productos. Este programa no solo me brindó herramientas digitales, sino que también le devolvió la confianza en mis capacidades y ahora me siento empoderada y capaz de lograr lo que me proponga.» Participante del programa. 

La flexibilidad del currículo y un enfoque práctico son clave

Para apoyar eficazmente las diversas necesidades de aprendizaje, el currículo debe ser integral y flexible. Simplificar los conceptos digitales y evitar la jerga técnica puede hacer que las herramientas digitales sean más accesibles. Además, las metodologías deben ser breves, enfocadas y complementadas con recursos físicos y digitales accesibles, permitiendo que las participantes revisiten la información a su propio ritmo. Para fomentar un compromiso sostenido en procesos de formación a largo plazo, es fundamental combinar métodos presenciales y virtuales, asegurando que las participantes se mantengan motivadas. 

Aprendizaje entre pares para el éxito duradero 

Contar con un equipo capacitado, empático y sensible a las circunstancias únicas de cada participante es indispensable. Las personas del equipo, especialmente aquellos con experiencia emprendedora, logran generar confianza y empatía, escuchando los desafíos de las participantes y motivándolas a alcanzar los objetivos que desean lograr con la iniciativa. 

Para ello, es fundamental mantener una comunicación continua a través de llamadas, mensajes y grupos en redes sociales como WhatsApp y Facebook, lo cual ayuda a mantener el interés de las participantes y su compromiso constante. Este enfoque se complementa al ofrecer espacios seguros donde puedan compartir sus dificultades, creando un ambiente acogedor y dinámico que sirva de alivio y motivación, en lugar de convertirse en una obligación o una carga adicional. 

El uso de un personaje cercano también contribuye a este propósito. En Conectad@s, incluimos a Rosy, una emprendedora ficticia que acompaña a las participantes a lo largo del programa. A través de los materiales y canales de comunicación, Rosy comparte cómo utiliza el Internet para fortalecer su negocio, expandirse en línea y lograr un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Su nombre rinde homenaje a las «Top Secret Rosies», un grupo de mujeres matemáticas que desempeñaron un papel clave en el desarrollo de ENIAC, la primera computadora programable, en 1945. 

«Es importante entender que las emprendedoras con quienes tenemos la posibilidad de trabajar no tienen acceso a la tecnología, y mucho menos al aprendizaje acompañado de estos temas. En este contexto, ellas aprendían empíricamente o con apoyo de sus familiares.  La llegada de proyectos como Conectadas a los sectores, incluso a las casas y negocios de las emprendedoras hace que ellas puedan lograr un aprendizaje más eficiente y practico del manejo de la tecnología y de las redes sociales en pro de sus negocios, logrando generar en ellas mayores posibilidades de inclusión financiera, incluyendo en sus prácticas las alternativas de ventas por internet, implementar los pagos digitales y espacios de formación y capacitación, todo en el marco de la seguridad y la confianza de utilizar adecuadamente estos servicios. Asumir estas oportunidades implica un desafío necesario en el momento actual para toda la población, principalmente para quienes emprenden negocios, esperando salir de la exclusión del sistema financiera.» Esneda Egas, gestora. 

Abordar las normas de género amplía el impacto y no deja a nadie atrás

La violencia de género, los estereotipos y las responsabilidades de cuidado fueron obstáculos significativos para muchas participantes, afectando su permanencia en el proyecto debido disminuciones en la autoestima, la falta de apoyo y la violencia que impacta su bienestar físico y mental. Además, el tiempo, la energía y el enfoque limitados para sus negocios dificultaban mantener un progreso continuo y equilibrado en el programa. 

Herramientas como IgualdApp, una aplicación educativa desarrollada por Fundación Capital para cuestionar las normas de género, ayudaron a las participantes a extender el aprendizaje sobre igualdad de género a sus familias y comunidades, creando una red de apoyo más amplia.  

Asimismo, un componente de género dedicado les permitió priorizar el autocuidado, aumentar su autoeficacia y reconocer y abordar situaciones de VBG. Proporcionar espacios seguros e inclusivos para las capacitaciones presenciales, con flexibilidad para quienes tienen responsabilidades de cuidado, fue esencial para construir un entorno de aprendizaje solidario. 

«Antes de participar en Conectadas, nunca había vivido algo así. Fue una experiencia que cambió mi vida, no solo por lo que aprendí, sino por cómo me hizo sentir. Desde el primer día, me di cuenta de que esto no era un curso más; era una oportunidad para crecer, para empoderarme y para creer en mí misma. La forma en que manejaron este proyecto fue increíble. Me escucharon, resolvieron mis dudas y, sobre todo, me hicieron sentir que no estaba sola. En todo momento me sentí acompañada, apoyada y valorada.» Participante del Programa 

Inclusión Digital para la Salud Financiera. 

La educación financiera y una gestión empresarial efectiva fueron fundamentales para asegurar el éxito a largo plazo de las participantes. La tecnología fue una aliada crucial para simplificar la educación financiera y reducir los temores en torno a la bancarización. Gracias a herramientas como LISTA+, una aplicación educativa desarrollada por Fundación Capital para la educación financiera, las participantes aprendieron a planificar ahorros, presupuestar de manera efectiva y explorar productos financieros digitales, como las billeteras móviles, que les permitieron adoptar mejores prácticas de ahorro e incluso acceder a opciones de crédito. 

¿Hacia dónde vamos? 

Después de dos iteraciones exitosas, nuestro currículo ha demostrado ser efectivo en aprovechar el Internet para impulsar la inclusión económica y la autonomía de las mujeres. Sobre esta base, buscamos ampliar nuestro alcance a más mujeres en Colombia y América Latina. Para lograrlo, aprovecharemos las oportunidades emergentes basadas en Internet, incluida la Inteligencia Artificial (IA), sin perder la esencia del acompañamiento cercano y centrado en las personas proporcionado por el equipo de gestores. 

Nuestro próximo paso es evolucionar hacia una metodología de alta tecnología, pero con un enfoque humano, probando, refinando e iterando un programa de acompañamiento personalizado con IA que conserve la guía empática y personalizada del equipo facilitadores para ayudar a las participantes a ganar confianza, superar el miedo a dar los siguientes pasos en el uso de Internet y tecnologías, y aumentar su participación digital, atendiendo a sus necesidades únicas. 

Al considerar las realidades de la economía del cuidado, ofreceremos soluciones personalizadas y rentables que se adapten a las necesidades y preferencias individuales, asegurando que sean relevantes, sostenibles y escalables. 

Para conversar: retos de cara al futuro de la inclusión económica 

En Colombia, el emprendimiento a menudo ocurre dentro de la economía informal, lo que limita el acceso a los sistemas de seguridad social. Esta realidad plantea desafíos significativos, especialmente para las mujeres, que enfrentan dificultades adicionales a medida que envejecen. Muchas carecen de beneficios de pensión y deben seguir buscando oportunidades para generar ingresos. 

Además, a menudo asumen responsabilidades de cuidado para nietos u otros familiares, lo que complica aún más su seguridad económica. Estas cargas duales revelan la necesidad urgente de un cambio sistémico. 

¿Cómo pueden adaptarse los sistemas de seguridad social para apoyar mejor a las mujeres que navegan en la intersección del emprendimiento informal, el cuidado y el envejecimiento? 

Esta pregunta exige soluciones innovadoras y esfuerzos colaborativos de organizaciones como Fundación Capital e instituciones públicas. Abordar este problema requiere una comprensión profunda de las dinámicas de la economía informal y de los obstáculos que impiden a las mujeres acceder a redes de apoyo formal. 


Para conocer más sobre nuestras iniciativas síguenos, escríbenos, comparte.

ESP
Resumen de privacidad

Utilizamos tecnologías de seguimiento, como cookies, etiquetas de píxeles, widgets, URL integradas, protocolos de comunicación electrónica, botones y otras herramientas, en cumplimiento de los fines descritos en nuestra Política de Privacidad.

En este sitio, el uso de cookies de sesión, únicamente se limitan a recoger información técnica para identificar la sesión con la finalidad de facilitar el acceso seguro y eficiente de la página web. Si no desea permitir el uso de cookies, puede rechazarlas o eliminar las ya existentes configurando su navegador, e inhabilitando el código Java Script del navegador en la configuración de seguridad.

Este consentimiento tiene una validez de 90 días.