Escrito por: William Molano, Oficial de operaciones del Programa Graduación en el área de Promoción Social & Medios de Vida.
Aunque la pandemia pareciera llegar a su fin, su impacto negativo en la economía y en la vida de las poblaciones más pobres, en especial las mujeres, perduran y nos acompañarán unos años más. De hecho, las brechas de desigualdad socioeconómica que existían en Latinoamérica previo a la pandemia aumentaron, y las tasas de pobreza han alcanzado sus máximos en décadas (CEPAL, 2022). En América Latina, las mujeres tienen más probabilidad de ser pobres y estar desempleadas que los hombres; reflejo de esto es que durante la pandemia la participación de las mujeres en el mercado laboral disminuyó más que la de los hombres y lo mismo ocurrió con la tasa de desempleo femenina. Incluso, a medida que la crisis ha evolucionado, los trabajadores temporalmente desempleados han empezado a volver a trabajar, pero la brecha en la pérdida de empleo entre géneros ha persistido.
Paralelamente, en 2020, las transferencias de emergencia han permitido mitigar el impacto de la crisis generada por la pandemia pues de no existir, en 2020, un 36,7% de las mujeres de la región no hubiesen tenido ingresos propios, ya que un 10,9% recibieron como único ingreso una transferencia no contributiva del Estado. Esto muestra la importancia de darle continuidad a los programas de transferencias sociales de emergencia (al menos en el corto plazo) y complementarlos con acciones que promuevan los medios de vida necesarios para la generación de ingresos, para así contribuir a la autonomía económica en las mujeres y al empoderamiento femenino.
En este contexto, los Programas de Graduación (PG) emergen como una oportunidad para contribuir a la recuperación económica inclusiva y sostenible en el contexto post-COVID. De hecho, La Plataforma de Evaluación y Aprendizaje de los Programas de Graduación en América Latina demostró recientemente la efectividad de este enfoque holístico, pues los hogares que participaron de este tipo de programas incrementaron sus ingresos por trabajo autónomo (incremento que podría persistir incluso tras choques como un pandemia), de igual forma aumentaron sus activos, ahorro, productividad, seguridad alimentaria y percepción de bienestar.
Frente a su enfoque de Graduación, Fundación Capital (FK) ha innovado integrando un enfoque de género transformativo, por un lado, e incluyendo además, como componente central, el uso de soluciones digitales para amplificar su impacto de manera eficiente, estandarizar procesos y mejorar continuamente la calidad de la ejecución y el monitoreo de los programas.
La pandemia ha convertido la inclusión digital en una prioridad para mitigar los efectos sociales negativos mencionados y promover la recuperación económica inclusiva. Curiosamente, en América Latina la expansión de conexión a Internet ha tenido una distribución más equitativa que la distribución del ingreso y de otros servicios públicos; a esto se suma un rápido aumento del acceso a redes móviles y de la posesión de teléfonos inteligentes en la población objetivo de los PG, lo que abre una oportunidad de utilizar las TIC para llegar a los hogares más vulnerables de forma amplia y eficiente con información, herramientas prácticas y fortalecimiento de capacidades.
Además, cuando hablamos de expansión digital, el género es una dimensión crítica en varios aspectos: Las mujeres son blanco de nuevas formas de violencias (i.e. violencia cibernética) y además tienen menos acceso a información y a tecnologías que los hombres y, como consecuencia, terminan siendo excluidas de los mercados laborales y carentes de desarrollo de habilidades digitales. A su vez, la CEPAL resalta la urgencia de promover procesos de transformación digital inclusivos que: garanticen el acceso de las mujeres a las tecnologías, potencien sus habilidades y reviertan las barreras socioeconómicas que enfrentan, mientras se fortalece su autonomía económica.
En este contexto, dos aplicaciones desarrolladas por Fundación Capital, IgualdApp y ConHéctor, toman mayor relevancia y complementan la estrategia de inclusión económica de los PG, apostándole a generar cambios estructurales en mentalidades, comportamientos y normas de género.
IgualdApp es una aplicación digital que promueve la igualdad de género a través de contenidos pedagógicos en diversas temáticas incluyendo: corresponsabilidad en labores domésticas y del cuidado; salud sexual y reproductiva; participación y liderazgo femenino; y prevención de violencias basadas en género a nivel familiar y comunitario.
Paralelamente, desarrollamos ConHéctor, un asistente virtual a través del cuál los hogares reciben información y contenidos para prevenir violencias basadas en género (conectados con el currículo y la estrategia de IgualdApp); al igual que consejos prácticos sobre diversas temáticas como: finanzas; negocios; salud y bienestar emocional; educación; habitabilidad; vida ecológica; empleo; tecnología y ciudadanía digital. Este asistente virtual funciona a través de WhatsApp y Facebook Messenger, canales asequibles que nos permiten llegar a las poblaciones más marginadas.
En Colombia y Paraguay, ConHéctor e IgualdApp se utilizaron en un despliegue articulado que alcanzó a 900 mujeres. En Paraguay particularmente se complementó la intervención con un asistente virtual contextualizado y en respuesta a la coyuntura de la pandemia: Luci.
La efectividad de esta implementación en contribuir a la transformación de actitudes, comportamientos y normas sociales, fue evaluada por una investigación realizada por la Dra. Daryl Collins, financiada con el apoyo de IDRC. A través de una metodología innovadora que recolectó información a través de notas de voz de WhatsApp y utilizó el Análisis de Indicadores Vocales y el Procesamiento del Lenguaje Natural, se obtuvieron resultados positivos al comparar las respuestas de las mujeres que participaron en el programa con las que no lo hicieron.
Tanto en Paraguay como en Colombia, para la mayoría de temas que se abordaron, las participantes reflejaron actitudes y percepciones de género más cercanas a posiciones de equidad y empoderamiento que las mujeres que no participaron. Los temas en los que se demostró que los contenidos compartidos a través de las soluciones digitales generaron cambiar percepciones en pro de la equidad de género fueron: la toma de decisiones consensuada y consentida en el uso de métodos anticonceptivos entre parejas; la importancia del consentimiento sexual en las relaciones maritales; la priorización de la educación de niños y niñas frente al trabajo infantil; la valoración de hombres y mujeres como iguales; la distribución y corresponsabilidad del trabajo de cuidados no remunerados; y el reconocimiento positivo de las mujeres que estudian o emprenden un negocio. Encuentra los detalles de la investigación aquí
Además del desarrollo de estas apps hemos impulsado acciones para fortalecer las competencias digitales de las mujeres y conectarlas con herramientas digitales para sus negocios y sus vidas. Este es el caso de, Conectadas, un piloto de Graduación en contexto urbano, implementado en Colombia y financiado por Internet Society Foundation, que tuvo como objetivo aprovechar el poder de las soluciones digitales para promover la resiliencia de más de 550 emprendedoras de contextos urbanos en los departamentos del Cauca, Nariño, Casanare, Huila, Santander y en la ciudad de Bogotá, para que pudiesen enfrentar la crisis generada por el COVID-19.
El proyecto además de promover la transformación de normas de género, también buscó fortalecer estos pequeños negocios a través de formación (híbrida, con contenidos digitales, webinars en Facebook Live, acompañamiento remoto y visitas presenciales al hogar) en habilidades de negocio y digitales, y la digitalización de sus negocios con la implementación de pagos electrónicos y estrategias de marketing digital.
Algunos testimonios de las participantes sobre sus percepciones del internet y herramientas digitales al finalizar el proyecto en el siguiente video:
“Me ha facilitado mi trabajo, hago mis ventas por ahí [medio digital] cobro por ahí, contacto mis clientes por ese medio, evito salir a la calle” — Lady Rojas participante Conectadas.
Para terminar, en América Latina las redes de protección social se han concentrado en el despliegue de programas de transferencias monetarias, estrategia que en la coyuntura de la pandemia ha permitido mitigar el impacto socioeconómico en los hogares más pobres y apoyar la autonomía económica de las mujeres. FK ha buscado contribuir al fortalecimiento de estos sistemas aportando los componentes productivos y de formación de los PG y al incluir un enfoque de género transformativo y el uso de soluciones digitales. que permitan un mayor alcance, adaptación contextual y eficiencia, pretendemos entender mejor a las participantes de nuestros programas, su contexto, sus preocupaciones y necesidades, y responder a estas de manera más ágil, personalizada y eficiente. De esta manera, FK busca contribuir a la reducción de la pobreza, la recuperación económica inclusiva, la reducción de brechas de género y la transformación de normas sociales hacia comunidades más equitativas.
Los programas de inclusión económica, social y de género pueden y deberían aprovechar las soluciones digitales para aumentar su eficiencia y amplificar su impacto. Para hacer esto posible se requiere, entre otros, de la unión de esfuerzos entre diversos actores y sectores que busquen garantizar cobertura de internet y redes móviles en los contextos más desfavorecidos (en especial en zonas rurales), y fortalecer capacidades digitales con especial atención en las mujeres.
Adicionalmente, las tecnologías que se desarrollen deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a los recurrentes cambios tecnológicos, a las diferentes necesidades de las mujeres considerando un enfoque intersectorial, y responder a las necesidades de diversos contextos.
Finalmente, este tipo de innovaciones requieren de inversiones adicionales a los recursos que responden a situaciones críticas y de emergencia social, como las transferencias monetarias de emergencia, por lo que es relevante pensar en cómo estructurar esquemas de financiación para complementar el esfuerzo del Estado, incluyendo inversiones de impacto, para acelerar estos procesos de innovación y digitalización, garantizar su eficacia, y así avanzar en la equidad de género.
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Nota: AppTitude es otra aplicación de e-learning desarrollada por FK para formar a las familias en habilidades productivas, sociales, financieras y empresariales, en el marco de los PG. Esta app ha alcanzado a 30.000 usuarios directos en cinco países de Latino América y África, y ha contribuido al mejoramiento de indicadores económicos y de bienestar de los hogares más vulnerables, tales como el aumento en ingresos, ahorro y productividad.