Escrito por: Fahran Husseine, Oficial de Seguimiento y Evaluación; Gloria Gumbaza, Supervisora del distrito de Sofala y Jorge Bossumane, Coordinador Regional del Proyecto de Graduación — REFP de Fundación Capital.
¿Cuáles son los retos y las oportunidades para la equidad de género en contextos socioeconómicos y culturales diversos como los que se dan en Mozambique? ¿Cómo limitan ciertas normas culturales tradicionales el papel de la mujer en la sociedad y refuerzan los estereotipos de género, obstaculizando potenciar el desarrollo local?
A través de un estudio realizado con comunidades rurales de Manica, Sofala, Tete y Zambézia, cuatro provincias situadas en la región central de Mozambique, identificamos algunas percepciones instaladas que llevan a las mujeres a tener una sobrecarga de tareas, a encontrar limitaciones en el acceso a la información, a espacios de formación o a realizar actividades productivas que puedan aumentar los ingresos familiares. Estos, así como otros hallazgos, se comparten a continuación.
Estas provincias tienen en común una gran diversidad étnica y cultural, así como una historia de conflicto armado que ha dejado profundas cicatrices en la población y las comunidades locales. Las condiciones de vida en las comunidades rurales son difíciles, la falta de infraestructuras como carreteras asfaltadas, electricidad y agua potable es una realidad para muchas de ellas. Por lo general, dependen de la agricultura (cultivo de maíz, mandioca, arroz y frijoles, entre otros alimentos) y la pesca como principales fuentes de subsistencia.
Además, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos de salud y educación son problemas comunes que se ven agravados por la falta de capacidad de adaptación a los constantes fenómenos climáticos que sacuden esta región. Especialmente:
- Aumento de la frecuencia e intensidad de las lluvias que pueden causar inundaciones, deslizamientos de tierra y erosión costera. Estos fenómenos pueden tener un impacto significativo en la agricultura y las infraestructuras locales.
- Aumento constante de la temperatura media anual, que afecta negativamente a la agricultura y a otras actividades dependientes del clima. Las altas temperaturas también aumentan el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.
El desarrollo local de Sofala, marcado por la desigualdad de género
En el desarrollo de la economía familiar de Sofala, hombres y mujeres desempeñan un papel importante, aunque sus funciones pueden variar ligeramente. Por lo general, los hombres se encargan de preparar la tierra, plantar los cultivos, cuidar del ganado y otras tareas relacionadas con la agricultura, aunque también pueden dedicarse a la pesca artesanal y a la producción de carbón vegetal. Muchos de ellos también realizan trabajos remunerados fuera de estas actividades para complementar los ingresos familiares. Las mujeres, por su parte, desempeñan un papel clave en la producción y procesamiento de alimentos, así como en el cuidado de sus hijos y su familia. Además, las mujeres suelen participar en grupos de ahorro y crédito y en otras iniciativas de desarrollo comunitario, contribuyendo así a reforzar la economía local.
Las mujeres suelen tener una sobrecarga de tareas debido a normas culturales muy arraigadas, a las expectativas sobre el papel de la mujer y a la desigualdad de género, y que pueden ser percibidas de forma diferente por el resto de la familia; por ejemplo, algunos miembros pueden reconocer y valorar el trabajo y el esfuerzo que las mujeres realizan en casa, mientras que otros pueden dar poca importancia o incluso infravalorar las tareas que realizan. En algunos casos, la sobrecarga de tareas puede provocar conflictos y desequilibrios en el reparto de las responsabilidades domésticas y de cuidado de sus hijas e hijos.
Hay otros aspectos relacionados con la desigualdad de género que afectan a la vida de las mujeres y sus familias, como por ejemplo:
- Acceso limitado a los recursos: las mujeres suelen tener un acceso limitado a la tierra, al crédito y a las tecnologías, lo que limita su capacidad para producir y ganar su propio dinero y conduce a un ciclo de pobreza y dependencia.
- Discriminación en el mercado laboral: las mujeres suelen tener salarios más bajos, menos oportunidades de promoción y mayor exposición al trabajo precario e informal.
- Violencia de género: Las mujeres tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia doméstica y acoso sexual. Esto afecta negativamente a su salud mental y física, así como a su capacidad para mantenerse económicamente.
- Falta de participación política: las mujeres suelen estar subrepresentadas en la política y la toma de decisiones, lo que limita su capacidad de influir en las políticas que afectan a sus vidas.
- Barreras a la educación: Las niñas se enfrentan a menudo a obstáculos como la falta de recursos económicos y el matrimonio precoz. Esto limita su capacidad para desarrollar habilidades y obtener empleos mejor remunerados.
Las mujeres impulsan la transformación
Desde 2021, Fundación Capital colabora con el Ministerio de Agricultura del Gobierno de Mozambique en la implementación del Proyecto de Financiación de Empresas Rurales (REFP) y aporta su experiencia en la metodología Graduación para reducir la pobreza extrema de 5.000 familias en Sofala, Tete, Manica y Zambézia. Ésta incluye diferentes componentes en cinco fases:
- Coaching con material impreso y digital (18 meses) — Coaching individual y grupal.
- Incentivo a la inversión cofinanciado (hasta 820 MZN durante 6 meses).
- Promoción del ahorro (incluye sesiones de ahorro en grupos de Graduación y otros medios).
- Formación en habilidades técnicas.
- Acceso a la financiación (enlaces de financiación).
Con más de 10 años de experiencia en la aplicación de esta metodología en África y América Latina, Fundación Capital ha incorporado dos importantes innovaciones, como: I) trabajar en colaboración con los gobiernos para lograr una mayor escala y II) utilizar soluciones digitales como parte de su estrategia de coaching.
¿Qué acciones del proyecto han sido estratégicas para esta transformación?
Formación en grupos mixtos: Para trabajar las cuestiones de género, los roles y las normas sociales, se celebraron una serie de reuniones en grupos mixtos. El proyecto había previsto que el 50% de las participantes fueran mujeres, pero resultaron alrededor del 59%. Aquí las mujeres tuvieron la oportunidad de exponer sus opiniones y ser escuchadas por todos (hombres y mujeres), rompiendo el prejuicio de que la opinión válida es sólo la de los hombres.
“Los beneficiarios aprendieron sobre la igualdad de género, todos somos iguales y podemos hacer diferentes tareas sin distinción de sexo. A las beneficiarias también les gustó porque mejoró su forma de pensar y ahora tienen apoyo familiar en las actividades, fue todo muy bueno”. Sesión de grupo. Facilitadores, Sofala.
Influencia de las mujeres en sus parejas, familias y comunidades: Dado que sólo un miembro de cada hogar participa en los talleres, las mujeres participantes del programa compartieron lo que habían aprendido con sus familias y vecinos. Como agentes de cambio, se sintieron empoderadas cuando lograron generar cambios (mejoras) en la forma de vida de su familia, a pesar de la lenta adopción por parte de sus parejas ya que no lo aceptaban al principio (el cambio de comportamiento es un proceso lento), todos los temas de interés relacionados con habilidades para la vida, gestión empresarial y educación financiera han sido compartidos por las mujeres a sus parejas, y éstas a otros hombres, provocando una transformación en la vida de su comunidad.
Doña Anita F., del barrio de Búzi, en la localidad de Inharongue, afirma:
“Aprender sobre igualdad de género en los talleres de Graduación ha despertado nuestra visión y, para garantizar la inclusión, siempre comparto lo que he aprendido con mi familia (marido e hijos) y mis vecinos. Hoy, mi marido me ayuda con algunas tareas domésticas, como cuidar a los niños, ir a buscar agua y ayudar en el campo, lo que ha aligerado mi carga diaria.”
“Algunos hombres de mi comunidad critican a mi marido cuando me ayuda en actividades que en mi comunidad no han sido comúnmente practicadas por hombres como (¡tú no eres un hombre normal, desde el pasado un hombre nunca pudo barrer el patio, lavar la ropa o incluso bañar a los niños!) Este es el momento en que mi marido se toma el tiempo de explicar claramente la importancia de ayudar a las mujeres con algunas actividades domésticas. Explica lo ocupada que está la mujer y que nada cambia en el hombre cuando ayuda a su mujer. Así que veo que mis vecinos están cambiando porque cuando hablo con mis amigas, sus maridos también las ayudan con las tareas domésticas”.
Mujeres puntos focales y líderes de grupos de ahorro: Durante el proceso de selección de los puntos focales para los grupos de ahorro, así como en la elección de los miembros del comité de gestión de estos grupos, se tuvo en cuenta la participación de las mujeres, dándoles poder para gestionar, guiar y tomar decisiones sobre el grupo, lo que cambia algunas normas sociales según las cuales las mujeres no podían ser líderesas.
La Sra. Odete Z., de la ciudad de Lula Lua, es la presidenta de su grupo, lo cuenta en primera persona, y nunca pensó que un día podría liderar un grupo donde hombres y mujeres formaran parte de él, hoy es una realidad, ella toma decisiones cuando es necesario y todos los miembros las acatan a pesar de ser una mujer la que toma la decisión. He inspirado a otras mujeres en el sentido de que nosotras también podemos dirigir, incluso a los hombres.
La Sra. Aida C., de la misma ciudad, es miembro de un grupo de ahorro. Su marido está agradecido por la iniciativa, ya que le ha liberado del estrés al que estaba sometido para conseguir alimentos para su familia y ha visto la importancia de aumentar las fuentes de ingresos, ya que garantiza la resiliencia.
Habilidades empresariales: El proyecto proporcionó a todas las personas beneficiarias herramientas suficientes sobre habilidades para la vida, gestión empresarial y conocimientos financieros, y alrededor del 59% de ellas fueron mujeres. Todas tenían capacidad de hacer negocios y aportar ingresos a la familia, lo que puede ayudar a la familia a ser más resistente y capaz de hacer frente a algunos gastos básicos.
Algunas conclusiones y reflexiones finales:
La participación de las mujeres en el proyecto ha repercutido en la economía de varias maneras:
- Aumento de los ingresos familiares: Al participar en actividades generadoras de ingresos, las mujeres pudieron aumentar los ingresos familiares y contribuir a mejorar las condiciones de vida de la familia. Esto, a medio y largo plazo, puede tener un efecto cascada al aumentar el poder adquisitivo y estimular la economía local.
- Espíritu empresarial: La participación de las mujeres en el proyecto ha servido para estimular el espíritu empresarial femenino, lo que se ha traducido en un aumento de la creación de pequeñas empresas.
- Reducción de la pobreza: ha ayudado a reducir la pobreza mejorando la salud y la educación de las mujeres y sus familias, provocando una mejora general de la calidad de vida y contribuyendo al desarrollo económico a largo plazo.
En última instancia, la participación activa de las mujeres puede tener un impacto significativo en la economía, contribuyendo a la creación de empleo, el aumento de los ingresos familiares, el espíritu empresarial, el acceso a los recursos y la reducción de la pobreza. Por lo tanto, es fundamental que toda la comunidad participe y se comprometa a colmar las lagunas y garantizar que las mujeres y sus familias tengan acceso a oportunidades, recursos y apoyo para alcanzar su pleno potencial.
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